Enmaraña mi estático movimiento,
Pegadas a la canción más eterna, al principio del todo.
Donde el todo, se convierte en célula y está, en raíces de alboroto
Tierna y viscosa ronda mi cerebro,
Múltiple y azarosa se multiplica en su centro
Viva, tejes cual maraña sutiles movimientos
Ya te nombro el sabio, ya explica Ramón y Cajal,
que tu arma seductora repara igual que regenera, la dulce espera.
Osada e independiente, rompes banderas como todas las reinas.
Afanosa y valiente, haces que las neuronas se cambien de acera, fresca y vigorosa, oxigenas las vidas, viscosas.
Sostén de tus sustentos
Perseverante y gladiadora, nutres con tus encantos,
A miles vainas,
Alzando la mielina a categoría de naufraga.